martes, 15 de septiembre de 2009

Aquel Momento...


28 son las rutas de placer que recorren mis manos por tu cuerpo, corrompen los límites impartidos por mi cabeza, trascienden los sentidos hasta que mi sudor se vuelve azul. Tiritan nuestros labios con el solo hecho de acariciar tu rostro, sentir tu presencia, tu piel…
Nuestros ojos perciben lo prohibido, nuestras bocas aterrizan en lugares desconocidos y efímeros; sensaciones magnificas sienten mis extremidades, tiemblan y se seducen con cada movimiento, con esa lentitud impartida por tu manos que, mezclada con el agrio sonido de “The Widow”, se complementan para hacer de nuestras almas una…
Tan largos se vuelven los segundos, los minutos, las horas… qué importa el tiempo! Si con solo sentir tu brisa me llevas al cielo, haces derretir las ambiciones de mujer que se imponen en mi sien, que no me permiten distinguir entre el bien y el mal; recordar ya no importa, sentir es lo esencial. Caminas hacia mí con esa mirada infalible y con ansias de perturbarme yo sólo… te deseo.

Nuestro otoño ha llegado, sumergiéndose en cada uno de nuestros poros, invadiendo de forma absoluta y profunda nuestro deseo, en la oscuridad de la noche, me haces tuya…

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