Ya es hora de crear vidas paralelas sin que éstas tengan punto de inflexión. Ya es hora de comenzar a vivir sin saciar la sed de otro… ya es hora de pensar en combatir aquella atmósfera infecciosa que nos cubre.
Cómo explicar con palabras el dolor que me da verte partir en trozos de ansiedad lo que formaste sin siquiera quererlo, los favores ya no corren si damos pasos en falso. Ciega, entumecida… vaporizada. No huyas de los instintos cuando éstos estremecen tus pies, tambaleas al inicio de un error y creces al darte cuenta que verdaderamente no lo fue.
Separé almas en busca de cobijo, sacrifiqué cuerpos en honor a quién no conocía y dormí a los pies del abismo, miré y masifiqué cada una de las razones por las cuales volví… si tan solo supiera a qué.
Lágrimas al viento y suspiros bienaventurados por un porvenir mejor, lamentos en vano por casi un año y recuerdos de un pasado que se quemó al brindar por el cielo. Escupimos al él prometiendo eternidad, cuando ni vivos nos sentíamos. Ya es hora de avanzar contra la corriente y lograr escapar de las olas que nos atormentan.
Páginas y más páginas de plegarias indecisas envueltas en coral. Quita esa venda de tus ojos y descifra lo que yo hace meses descubrí… intenté recrear emociones por el bien mutuo, pero sólo presencié desilusión.
Ya es hora de comenzar a pensar y dejar de sentir, ya es hora de volver a ser yo y dejar de vivir por ti.
