martes, 22 de febrero de 2011

Walking


- Espera.. no ves que sigo tu reflejo?

Ojala pasara algo. Esta noche y todas las noches. No creo en la suerte, pero quizá existe el destino…

Las calles se vuelven eternas y la presencia parece inmóvil al recorrerlas. Pienso en versos que unan miradas, pero se vuelve inútil al observar que no hay nadie a mi lado.

Caminantes errantes en medio de una cuidad inmortalizada, gente inmune a recuerdos que ríen irónicamente de su furia… qué somos si no almas endurecidas? Todo se vuelve tan absurdo que entre pensamientos vagos descubro que ese no es mi lugar, si tan sólo encontrara uno en medio de estos cerros.

Miro al cielo (vértigo puro) en busca de alguna señal que me explique lo que sucede, pero caigo en sonrisas que reflejan sometimiento. Aún así me detengo a mirar detalles de aquel cuerpo cambiante y multicolor, detalles que se vuelven abstractos con el pasar de los minutos, qué tienen esos ojos que me humillan y reinan entre la muchedumbre?

Esquina maldita, desenredaste una vez aquel nudo ciego para mostrarnos la verdad… siempre es mejor caminar solo, que ser un guardaespaldas.

“ Por Dios!, sólo un minuto. Pero de mi tiempo. Porque mi tiempo no tiene nada que ver con el vuestro.”

sábado, 19 de febrero de 2011


Me despido con el recuerdo absurdo de una historia entrecortada, escuchando versos vagos de la boca de un mazapán, fingiendo cordura mientras observo demonios. Me despido de la desdicha, de la alegría y la pureza, me despido de las líneas amorfas de mi cuerpo, me despido de ti, del mundo, de todos…

Caminaré erguida frente al mar y detendré mi vista en los desiertos, me arrepentiré y sentiré culpa de lo que no es culpa de nadie, intentaré ahogar las ansias y la memoria. Desprenderé de mi tu rostro y señalaré el abismo, pediré perdón y me iré lejos, tan lejos que ni Dios podrá encontrar mi alma para poder recuperarla, me iré a lo fuerte e indestructible, seré parte del muro… seré parte de la Luna.

Os quiero, respeto y muerdo.

jueves, 3 de febrero de 2011

Ja!


Dame sólo un minuto para respirar y podré imaginar lo que te lleva a actuar así. Humillaciones van y vienen cual péndulo en su barco, simples desconocidos en la oscuridad del sol y perfectos extraños en el flujo de la luna.

Clavas palabras que rebotan en el umbral del silencio y recorren sin pasión canales obstruidos, siento en el alma el peso del rencor y la insatisfacción de percibir tus cambios. Susurro en el húmedo invierno de tu piel para hallar algo de ternura y así lograr detener tu insólita manía de querer conquistar espacios ajenos, destrozándolos para poder construir nuevamente.

Te miro y pienso en lástima, alegría y amor, pero sin reproches doy vuelta mi cabeza para observar mi futuro, que sin duda alguna no es parte del tuyo. Pierdes por ganar, ganas a costa de sufrimiento sin importar el ser al cuál decías amar. Reconozco errores y perdono lamentos en vano y con sinceridad uno letras para expresar mi alivio al ver en mi, una mejor persona. Después del tiempo, recordaremos momentos que marcaron lo que llamamos historia y reirás al ver que aquella carga, pudo ser más valiosa que tus propios labios. Sueña.