Que solemne aquel momento en que decidiste quitarme la venda, nunca olvidaré las carcajadas del destino mientras me besabas cuidadosamente.
El tiempo pasa y con él las lagrimas. La vida no nos sonríe últimamente, pero por alguna razón siempre le sonrío a ella. Un ángel pasó por mi ventana anoche, llegó para avisarme de que no todo puede ser tan malo, que debía llenarme de esperanzas aunque mis razones de vida fueran nulas, que debía esperar y sonreír… sé que mi mandíbula quedará torcida tanto fingir, pero lo intentaré.
Intento ser sincera entre tanta hipocresía, intento ser autentica dentro de tus ojos y mis intentos se quedan en eso… en intentos. Cuesta aceptar que el miedo nos supera y la torpeza nos invade para abrir paso a la desgracia, cuesta entender el por qué debemos ser empáticos cuando nos vemos envueltos en egoísmo. Cómo lograr ser eso que era si me cerraron las ventanas para verme marchitada al no tener luz?.
No se atrevan a exigir respeto si no lo sienten ni por ustedes mismos, no me pidan cordura si siempre he sido demente, no intenten presionar a mis neuronas si no quieren hacer sinapsis, no me obliguen a odiar cuando sólo quiero amar. Déjenme mirar al cielo y nadar desnuda en el océano pacífico, permítanme volar así como yo los dejé volar a ustedes…. Acaso no ven que ya es muy tarde?, la niña no existe… soy una mujer que decidió simplemente trazar su propio camino, sin los ejemplos rencorosos de los que se decían llamar mayores.
Tú, si… tú, no masacres los destrozos que nos quedan, aún se puede construir el corazón de mazapán. Por qué pretendes saber todo de mi, cuando ni siquiera yo misma me conozco? No juegues a la guerra, peleas solo. Date una oportunidad para creer en ti, en mí, en nosotros y verás que las penas no son en vano y que el resplandor de la luna brilla siempre aunque tus nubes intenten ocultarlo.
Ya no puedo escribir sin sentir que no lo hago… Necesito ayuda y tiempo.