martes, 29 de marzo de 2011

Uhh *u*


Por alguna extraña razón intento encontrar mi desnudez ante tanto cobijo, suelo rendir cuentas a quienes no les debo nada, sólo para imponer perdón antes de tiempo.

Aún tiemblo al recordar su mirada, tan triste y perturbada como ninguna otra, corría veloz por los pasajes amorfos de Valparaíso como si su propia sombra lo quisiera aniquilar, resultaba tan intrigante.

Al verlo me detuve por un par de minutos en un semáforo que marcaba 30, nunca había sentido los segundos tan largos y quizás por eso decidí seguirlo; sabía que era peligroso, sabía a lo que me exponía, pero aún así me dejé guiar por mis impulsos por una puta vez en la vida… Quizás es por esto que no lo hago constantemente.

Recorrí pasadizos oscuros en busca de alguna señal que me permitiera saber si lo que hacía estaba bien, asustada camino sin siquiera sentir mis propios pasos, como si fuera una incógnita hasta para mi misma. Nunca pensé que hubieran lugares en mi cuidad que no conociera… Pasaron algunos minutos y siento cerca un aire a grandeza, sutilmente doy vuelta mi cabeza y lo encuentro ahí, a mi lado, mirándome con esos ojos perturbadores… si pudiera describir con palabras aquel sentimiento que se apoderó de mí, sólo sería espanto con una mezcla de pasión.

Algo tenía aquel personaje que me tenía envuelta en una nube de historias tragicómicas, de a poco fue cediendo el miedo para pasar a la calma, me sentía única, especial y amada. Era feliz con sentir que él rozaba mi piel, mis labios y me hacía el amor con miradas… corríamos, volábamos, vivíamos soñando, recuerdo sus palabras entre gestos y ladridos de perros, me decía que no lo dejara… que por primera vez lograba desaparecer en un pestañar sin saber que insólitamente yo sentía lo mismo. Nos besamos.

Abro los ojos, veía borroso, como si hubiera dormido un par de siglos. Miro al frente y sólo veo aquella luz peatonal que me indicaba el paso, fue ahí cuando descubrí que solo había sido un pasajero, uno más… de los tanto sueños ajenos. Continué mi camino con los segundos latentes del semáforo de la vida.

lunes, 21 de marzo de 2011

Vamos los dos.


La bruma del mar los envuelve de a poco en cada paso que dan hacia ese infinito universo que solo se crea en torno a ellos, deciden alejarse porque saben que en el fondo deben ser únicos en medio de la noche.

Las cavidades se vuelven más profundas al despertar entre brazos ajenos… vicio. Las olas del mar rugen buscando piedad ante tanta felicidad, piensan que sólo son dos almas atrapadas entre recuerdos atormentados, pero que al besarse sólo recrean su realidad inventada. Algunos podrán escribir maravillas, otros apostarán por mentiras y nadie logrará jamás comprender el por qué aparentan distancia, cuando verdaderamente son siameses.

Son sólo semanas de claridad, viajes de pasión, reencuentro de locuras, un libro de amor…

- Espera, De amor?

Ya no caben los minutos y las horas se vuelven cortas, vuelo precipitado, indigna satisfacción. Juegos caóticos y duelos cubiertos de sangre… se miran, tiemblan.

Cuestionamientos van, prejuicios llegan. Sus ojos muestran temor, mientras él intenta recoger pesares provocados por malas decisiones, la abraza intentando combatir el hambre de su corazón por las migajas que deja el de ella. Logro capturar aquel momento, como si no existiese nada más que observar. Son tan distintos.

Me pregunto qué será de ellos, que van sin rumbo al pasar la madrugada, buscan hogar, se buscan. Se encuentran.

Envidia, melancolía, sentimientos ilusos que estremecen a la luna que ahora si encuentra un motivo para acercarse a lo que llamamos Tierra. Su resplandor los ilumina mientras los guía a un sendero de perdición.

No puedo sentir lastima… o quizás si, por mi misma al ver que la felicidad se vuelve tan pura por solo horas. Siento lastima por no conseguir palabras que describan aquellos anhelos, anhelos que los hacían sentir vivos.

Sólo resta seguir sus huellas, o comenzar a creer que puedo estampar las mías.

jueves, 10 de marzo de 2011

Bittersweet Symphony


"Las mentiras más crueles son dichas en silencio."

Es curioso descubrir lo feliz que te hace la naturaleza en situaciones límites, sorpresas entre momentos melancólicos y desesperados.

Trizamos corazones por temor al futuro mientras atacan lágrimas al tiempo. Sin demora seguimos buscando la mejor salida, pero sin dejar de besar al diablo, pecamos, sonreímos, deseamos y atravesamos mantos de pasión desbordados por una corriente de sangre. Si lográramos aprender de nuestros miedos, de nuestras experiencias. Si desconfiáramos de nuestros instintos en vez de tropezar con ellos, si sólo nos fijáramos en las siluetas de un error.

Que pesada se vuelve la carga, cuando vemos en peligro nuestra juventud. Que indigna maniobra somos capaces de analizar e incluso tomarlo como opción. Que cruel llegamos a ser con quienes decidimos por un momento dejarlos formar parte de nuestra existencia, que sinceros aquellos labios que tiritan por recelo.

Lograr dilucidar entre el extremo de la verdad y querer decirla nos hace más grandes, nos sumerge en fantasías únicas que finalmente generan felicidad. Somos capaces de sonrojarnos como respuesta a un halago, pero no mostramos vergüenza cuando sentimos hipocresía. Qué más da, si el mundo no caerá rendido a tus pies de todas maneras…

(Me detengo por un momento a pensar en lo escribo, y río al ver que miento tratando de mostrar la verdad. Tomo un cigarro, inhalo y continúo)

Si sólo pudiera comprender por qué todo en la naturaleza es tan perfecto, si tan sólo tuviera la capacidad de asimilar como una neurona hace sinapsis, todo se vuelve automático, todo ocurre porque tiene que ocurrir… la muerte, la vida, la muerte.

Ideas van, ideas vienen… tantas que ni siquiera logro ordenarlas. El viento pega en mi espalada y yo solo logro percibir algunos rayos de luz, mientras veo el reflejo de mi propio error en mis pupilas.

Sólo quedan las marcas de lo que fue sólo algo que pasó, sólo quedan las emociones absurdas de un apretón de manos entre las estrellas, sólo queda volver a soñar.

Bittersweet Symphony- The verve

domingo, 6 de marzo de 2011


Te acuerdas de aquel día en que simulábamos miradas sólo para expresar deseo?

Como olvidar la sensación que percibí al primer hola… al primer te quiero. Eres tan único que me da miedo contagiar tu alma con seguridad, eres tan tú que sólo el viento puede derribar tus sueños, el amor ronda entre tus neuronas para hacer de ti un hombre mejor.

Si pudiera agradecer cada detalle que no llegó, o las tantas esperas que tuviste en mi nombre, si pudiera reflejar en algo lo feliz que me hace cada vez que sé que estás vivo… si tan sólo pudiera.

Tu mundo de marshmallows envuelve a cualquiera que se acerque a contarte un secreto, pero lo espantas al mirar que invade, pero por alguna rara razón me has brindado un espacio dentro de él, espacio que aprovecharé por mil… quizas por eso te amo.

Gracias por existir!

Feliz Cumpleaños Ariel.


Sin interrogantes afirmo el día en que todo volvió atrás, sin preámbulos accedo a la misericordia que tienen tus palabras escritas con sal, que hieren anhelos por un despertar en paz.

Ésta guerra está en tus manos, sólo falta que encuentres oponente, juega hasta ganar… hasta que sobrepases lo que sientes para dar a conocer con orgullo tu soledad. Reencuentros inesperados que terminan en adioses fortuitos, desconocidos y efímeros. Sólo necesitaba de ese día para comprender lo incompleto, ese día en qué todo era oscuro y truculento, ese día en que realmente necesitada de ti. Si tan sólo bastaran las palabras…

Ya no recuerdo lo que significa dos, aunque inevitablemente me sienta unida a un alma descarada; tantos poemas expresados desde raíz, tantas ramas sin rumbo, al cielo van y vuelven para hundir su cola en la tierra… aquella tierra infértil. Mueren desangradas al no poder escapar, ni menos arrepentirse, solo queda lastima mezclada con ternura que muestran mis ojos al ver su triste realidad.

Cómo me gustaría poder descifrar tus labios, sin que estos estén sellados.