Ser.

Las ganancias ya no son las mismas, el poder de las palabras y la ansiedad de mejorar el pasado para poder vivir el presente plenamente se vuelve cada vez más remoto. La soledad invade mi cuarto, aquellas hojas con sensaciones vacías se ven reflejadas en cada lágrima que seduce mis sábanas al permanecer inmóvil por un momento…

El ser ya no es el mismo hace mucho, el silencio que permanece en mí y la cautividad de mis pensamientos han hecho que mis expectativas no sean válidas, han propuesto un futuro incierto para mi vida solitaria. El vivir sin propósito se hace cada día más complicado y poco factible. Las hazañas de aquellos seres completamente indispensables son necesarias, el masoquismo comienza a opacar mi cuerpo junto con mi alma encadenada por una frialdad inexplicable.

Solo sufre quien quiere sufrir?, o es simplemente el odio de cada uno que nos hace caer una y otra vez en esa amarga angustia de una tan horrible soledad? Ya no hay alusiones al presente, las esperanzas se hacen cada vez más ínfimas e irrecuperables, la necesidad por cosas vanas se hace cada vez más requerida, pero con la diferencia de que puede ser reemplazable por un par de cigarros y buena música. Será aquella sensación de placer que existía y vivía en esos tiempos lo que necesita mi alma para volver a vivir de la manera en que lo hacia de pequeña?, el miedo no existía, la paciencia estaba por mares y el terrorismo propio no se basaba más que en palabras tontas e incoherentes…

Nada hace que piense lo contrario, ya nada me hace pensar de la manera en que lo hacia antes. Son impedimentos tan simples y tan frágiles que con sólo presionarlos un mínimo, se tornan fuertes y penetrantes para que vuelva a repetir el Por qué.

Es tan simple…