jueves, 5 de diciembre de 2013

AmoR

Ya va un día desde que sentí que te perdí entre mis piernas. Entiendo que no pude suplicarte que te quedaras para mirar tus ojos y decirte que lo siento… que lo siento con el alma.

Tu llegada me guio hacia el futuro, me dio fuerzas para creer que no vivo sola; el silencio se hace permanente mientras te pienso. Aquel que decía rescatarte de las cenizas es el mismo que me hace abrazar la existencia del corazón, tocar el sol y sumergirme en el hielo; grabé sus latidos para dártelos cuando te encuentre en mis sueños, tus manos cierran mis ojos con los párpados de la incertidumbre, aquella que se hace hombre cuando digo amor.

¿Te cuento un secreto? La sequía pasó gracias a tu visita,  a tus señales, esas que me hacían temblar en asombro y descuido; guardo las caricias de tu padre como tesoros en mi piel, en mi voz y en mi respiración… No quiero que las luces se apaguen mientras no estés aquí, esas luces que llenan de oscuridad el día y retornan con cada pesar, esas que inyectan de armonía mis letras y me motivan a escribir una canción: una canción de tu vida, de su vida y de la mía. Me gustaría creer que soy una niña pequeña que juega con bolitas de cristal, que maneja el destino y sus deseos tanto como comía dulces, que corría por los pasillos de la soledad y encontraba refugio en brazos ajenos, que soportaba el llanto por ser su única posibilidad de sobrevivencia, que perseveraba con cada rasguño… Me gustaría tanto, pues las cosas no eran tan absurdas como ahora; la razón de ser era sólo porque era y no intentaba encontrar la octava pata a mi mascota [el fracaso me ciega con los ojos abiertos, el miedo de perder lo que me queda de corazón me hunde].


Enséñame a perdonar.  Enséñame a ser tan pura como tú. Enséñame a vivir resguardada. Enséñame a amar tanto como te amé en segundos.-

jueves, 14 de noviembre de 2013

Sequía?



Encontrar tu camino implica alejarte del mío; eres libre y la libertad me embarga. Me gustaría decirte que me siento feliz, pero siento envidia de tu pasión.

Las rosas cantan pétalos negros durante las mañanas, aunque si estás aquí las espinas ya no rozan, cierro mis ojos y siento que pican y pican torturando mi placer. Ya te extraño y no quiero extrañarte, te quiero y tengo miedo; tengo miedo de fallar, de escribir en vano lo que no salía hace meses.
A veces me pregunto si pulsar letras sirve realmente, si el deseo de escribir se hace delirio con cada pulsar, si las razones por las cuales espero con ansias este reencuentro  entre mis palabras y el medio son efectivamente efectivas. Siento que he perdido el rumbo desde que deje de escribir, palpita el reptil en busca de calor, ese calor que sólo me da poder expresar en tinta lo que siento. Si la felicidad estuviera en una letra, dejaría que la sacaras de una pecera inundada de alcohol, brillante de amapolas y claveles morados… Tan morados como yo.

Si me dedicara a pasear por cada uno de los recuerdos que me llevan a tu verdad me perturbaría en el intento, lucharía por abrir mis ojos y encontrarte ahí, tan íntegramente compuesto, frio y aburrido – debería dejar de sólo escribir las veces que decida detener al corazón-. La vida se cobra de tus pecados para hacerte sentir una mierda, para recordarte que hay algo de ti que no te pertenece y que en algún momento deberás ceder a ello; a tu naturaleza, a lo que el mundo llama amor (aunque personalmente discrepo con lo que el mundo dice amar y la manera en cómo lo hace), a ese amor del que mil veces te escondiste reptil, huiste arrastrándote con la cabeza empolvada… Finalmente siempre supe como curarme.

Ojalá pudiera decir que ahora el control me pertenece, que la luna gira a mi favor en este instante y que no siento que se me desgarra el alma con cada lágrima. Ojalá pudiera recordar lo que me hizo ser así y cuadrar mis emociones como quien construye un edificio; ¿en qué momento me volví tan vulnerable? Apreto mis manos para encontrar algo de alivio, algún indicio de descarga y puede que también por frio (debo ser la única persona en la quinta región que tiene frio). Si me leyeras, ¿me contarías?, tal vez te pueda explicar en palabras más sencillas lo que trato de gritar, a lo mejor entenderías por qué actúo de esta manera y por qué necesito destrozar mi corazón para volver a sentir que vivo.


-No cierres la ventana porque la puerta está con llave; hay que encontrar la manera de salir de aquí.-

miércoles, 1 de mayo de 2013

You're someone else


No quiero pensar en lo que podrá venir, faltan horas para saber si existes realmente. Si estarás ahí eternamente  acompañándome o simplemente eres un reflejo de mi inconsciente que desea más que nada que sea así en algún momento de mi vida.

Te quiero aquí, pero no ahora. No es el momento de crecer, de pensar por alguien más que por mi misma, aunque siendo sincera, es bastante irónico viniendo de mi parte. Tengo miedo sabes?, miedo de perder más de lo que he ganado, de no saber enfrentar el futuro, de no lograr superar todo esto que pasa; si pudieras comprender todo lo que pasa por mi cabeza en este instante, si pudieras por un momento ser parte de mi realmente y dejes de ser una idealización de lo que anhelo, eso que es una mezcla entre odio y un amor eterno e infinito.

Si las paredes dejaran de llorar por mi, si mis extremidades dejarán de ser los límites, si decidiera dejar de querer por medio de mi cuerpo y lograra entregar mi alma… a lo mejor dejaría de pensar que me voy desvaneciendo a pedazos.

Si el sexo dejara de ser mi cárcel y tu boca mi castigo, si dejara de sentir que te hago daño con sólo acercarme a ti. La mía contra mi misma luchan por penalizar a mi mente,  volviendo la ira contra ti, contra lo que hago, contra lo que quiero. Ya no necesito nada más que descansar, pero de mi misma…

Deseo dejar de ser mi diablo, mi ángel y mi hija. 

jueves, 21 de febrero de 2013

Té.


Decir te extraño dentro de mi naturaleza, es más que sólo una intención, más que un conjunto de letras que supuestamente generan algún tipo de sentimiento. Decir te extraño, es el progreso de lo que años costó reconstruir, es la verdad pura… una emoción honesta que se destapa al pronunciarla. No quiero mentir al ver en lo que siento el reflejo de que lo que tanto temí; el cariño me hace vulnerable, me hace frágil y muchas veces extremadamente susceptible,  me convierte en una extraña versión de mi misma.

De todas maneras, me gusta perderme en lo que se habla con miradas, en lo que se oculta hablando y en los besos al olvido. Me gusta ver la cara desgarrada del destino al verme tranquila y feliz. Las amarras no fueron eternas y aunque la pelea siempre haya sido con el diablo, éste se volvió corazón, tuvimos piedad de las piedras que se lanzaron y dejamos de atormentar lo que nos quedaba de aliento. Perdió tanto como yo.

La humanidad brilla en mis pupilas hoy, ya no me siento tan misántropa como lo normal, aunque siempre he dicho que el rechazo y el odio se fundan en el amor. Hoy sólo quiero despejar mi mente y centrarme en las oportunidades, en las que me dan y en las que doy; hoy le toca tomar su turno a ese que me hace vivir, vibrar y vomitar.

Es curioso lo mucho que cambian los sentimientos al escribir después de tanta sequía, no podría decir que es gracias a las circunstancias de la vida y menos a las ganas de prosperar, era el tiempo quién debía hacerse presente, para entregar nuevas energías, esas que se perdían por desgaste. No amo nada, no amo a nadie… pero aquello que me hace sentir el plasmar lo que creo, pienso y anhelo en un par de hojas es algo que va más allá de lo que pueda controlar.

Puede que esté ausente, nunca ahí o siempre, pero vuelve… siempre la seguía pasa.