- Aló?
- [...]
Susurras deseos ocultos por tu memoria, seduces. Resuenan íntimos aquellos pétalos rojos arrugados en la cama, te deslizas... Con cámara en mano, dedico mi tiempo y mis ojos para observar la belleza de tus gestos, logro capturar la emoción de ellos.
Desciendes a rosar sutilmente con tu aliento, irrumpes escalofríos que hacen temblar a aquellas que me sustentan, las adormeces, las tientas.
Segundos...
Locura...
Pasión...
Imágenes negras recopilan mis neuronas, entre recuerdos de una noche ensordecedora. Me detengo a oír a las hojas que hablan... me piden perdón por ser tan escasas mientras me arrodillo para ofrecerles un altar. Dejan huellas de emotivos encuentros, desamores y perfección lingüista.
- Puedes estar?
- Suelo estar...
Encadenarte me lleva al extremo, a ese que no pretendes ilustrar con tus intenciones. Perdóname si escondo la llave para sentirte ahí por más tiempo, para reflejar en revelados lo que anhelo... simplemente perdóname.
- Adiós.
- Hasta luego...
hermoso, sedoso (;
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