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Rastros ocultos de impresiones erróneas, subestimar, estimar, lastimar… Quemar.

Presiono contra aquella pared eso que bombardea lágrimas de euforia, por lo prohibido, por lo no vivido. Relámpagos de fuego descienden de los cielos y caen sobre tu ataúd, ese que construiste con tus propias palabras, encabronando deseos y maldiciendo procesos continuos de inseguridad mezclada con una pizca de ingenuidad.

Sobre tablones oscuros me hablas mirando a mis ojos, mientes… miro, te creo, desvanezco.

Demasiada presión, insólita razón, derrumbes de alegría, emociones infinitas, canciones descuartizadas por gritos agonizantes y claustrofóbicos recuerdos. Me ahogo.

Tiemblan mis manos, moradas de rencor… empuñadas deliran libertad!

Sostienes en carmesí lágrimas de pasión, mierda contenida, susurros deplorables… O-D-I-O.

Las horas pasan, el tiempo pasa… en torbellinos de colores imploras por mi alma, aquella que sólo se pudre mientras tú la rodeas. Explotan venas saciadas de sal.

Corre!.