Te gustó hacer el amor conmigo?, vaya pregunta es la que salió de su boca!. Si comienzo a analizar la posible respuesta sería algo cursi y complicado; encontrar la manera de decir que si o que no, dependiendo del caso, de una forma sutil y prácticamente desprevenida se vuelve detestable, pero a la vez sincera. Los pensamientos en ese entonces no valen, solo existen dos simples respuestas, solo cambia la manera en que lo decimos o demostramos. Los besos, las carisias, incluso aquella obsesión que nos invade en aquel momento, marcan los detalles, que hacen de esa situación única; sólo se necesitan los sentimientos para hacer feliz a otra persona, las palabras adecuadas, movimientos, sensaciones que te permiten entregar absolutamente todo. Qué es realmente hacer el amor?, no es sólo sexo, está claro, pero significará necesariamente que haya amor de por medio?. He llegado a la conclusión que cuando se hay amor en algo así, el significado de aquello cobra una importancia superior a cualquier otra cosa, cuando se hay miradas, respiros, paseos, la complicidad se vuelve indestructible. El deseo pasa a un segundo plano, solo importa la satisfacción mutua.
Aún así, Me Detengo a guardar sielcio, prefiero permanecer oculta a los sentimientos... Prefiero pensar que el amor es una mierda.
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